El poder de las palabras.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Sin embargo, pienso que una sola palabra vale más que mil imágenes, porque las palabras te invitan a imaginar...
...y es más bonito jugar con la imaginación que ver directamente una imagen.


sábado, 13 de febrero de 2010

Al final, merece la pena.

El aire le susurraba, comentándole que se acercaba un día gris y frío. El viento le comenzaba a torturar y la lluvia, finalmente, consiguió acelerar su carrera para alcanzar un autobús que ignoraba que le perseguía. Tras un acelerón en el que su paraguas quedó lamentable, el conductor visualizó a ese joven que siempre llega, con su maleta de la facultad, con su bonobús y con ganas para comenzar otra jornada universitaria.
A través del cristal de este medio de transporte, tan empañado que casi no permitía distinguir un semáforo en verde de uno en rojo, podía observar como no había ni un alma en la calle, mientras giraba la cabeza y veía a otros pasajeros intentando mantener el calor de su aliento entre sus manos.
Al bajar, se dirigió hacia el aula, si se le puede llamar así. “Qué sueño y qué pocas ganas de estar aquí” pensó cuando se sentó soltando el paraguas en los percheros.
Las clases se prolongaron y los segundos parecían minutos; definitivamente hasta el reloj se había congelado.
Finalizaron, y decidió conectarse un rato donde siempre lo hace. Su día había sido desastroso. El malestar se adueñó de su cuerpo, y empezó a volverle como el día.
Sin embargo, Luna salió en ayuda de un vampiro que comenzaba a entristecerse. Unas palabras suya acompañadas de una sonrisa inocente y sincera provocaron que surgiera una llama en un cuarto oscuro.
La Luna acompañó a ese vampiro hasta que se recuperó de un mal día. Y en ese momento ese joven comprendió que había merecido la pena correr detrás de ese autobús, soportar unas clases que parecían eternas, y cualquier cosa que le creara malestar... todo había merecido la pena, porque realmente encontró lo que buscaba: encontró un momento agradable, un momento de felicidad; como aquel que busca el calor para resguardarse del frío, este joven vampiro encontró lo que tanto anhelaba y necesitaba en un día como ese.

Había merecido la pena un mal día por tener la oportunidad de poder conversar, poder reír, poder observar…poder estar un rato con Luna.

1 comentario:

  1. Oh... Sin palabras... ^////^ Ayyy >///<

    ¿Sabías que la Luna cuando se fue, lo hizo con una sonrisa de esas que salen porque sí? Ella dice que es por un vampirito que se encontró al salir de clase...^^

    Un beso, mejor dos, bueno tres, ¡bah! ¡cuatro! =)

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