El poder de las palabras.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Sin embargo, pienso que una sola palabra vale más que mil imágenes, porque las palabras te invitan a imaginar...
...y es más bonito jugar con la imaginación que ver directamente una imagen.


miércoles, 1 de diciembre de 2010

El calor de la amistad.

El frío me castigaba mientras dibujaba mi nombre en el cristal del autobús. Mi nombre solitario descubría detrás suya que había llegado a mi destino. Me bajé y la niebla cubría mi alrededor. Figuras fantasmales y estrellas que nacían en el horizonte se dejaban notar a cada paso que daba. Crucé la acera, miré al cielo y capté al fin el reloj del torreón de derecho: ya eran las ocho.

Mi cuerpo comenzaba a entrar en calor cuanto más próximo estaba de mi facultad. Y es que cuando un alma solitaria, que vaga por el frío invernal, siente la energía que necesita para continuar, empuja con fuerza y furia a un cuerpo dormido por la helada, y lo calienta para que pueda continuar.

Entonces lo comprendí: el espíritu me abandonó adelantándose a mis pasos, ya se encontraba entre las paredes de la facultad. Lo que realmente calentaba mi cuerpo, era el calor de la amistad. Estaba deseando reencontrarme con ese grupo de universitarios e universitarias que, prácticamente, se habían convertido en amigos/as.

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