El poder de las palabras.

Dicen que una imagen vale más que mil palabras.
Sin embargo, pienso que una sola palabra vale más que mil imágenes, porque las palabras te invitan a imaginar...
...y es más bonito jugar con la imaginación que ver directamente una imagen.


lunes, 11 de octubre de 2010

Un papel puede liberarte de la opresión de unos sentimientos negativos.

Otra vez. Algo dentro de él cambió de nuevo, dándose cuenta del maldito ciclo al que ha sometido unos sentimientos que pensaba que jamás reaparecerían. Fue poco a poco enterrándolos durante los últimos tiempos de su adolescencia, creyendo que nunca se desenterrarían. Un chico negativo mejoró su autoestima. Un chico tímido perdió la timidez. Un chico dolorido aprendió a aprender tras cada golpe, a levantarse tras caer. Un chico cambiante logró encontrar aquello con lo que se identifica: rap, rock y heavy metal. Un chico mediocre consiguió ser constante y lograr conseguir cualquier cosa que se propusiera a base de esfuerzo, ilusión y optimismo. Pero no sabía que tarde o temprano se tendría que enfrentar por enésima vez al mismo enemigo que le ha venido acosando desde que “salió del cascarón”: el miedo a la soledad, la falta de seguridad en sí mismo, el bajón de autoestima, el sentirse distanciado de todo, de las personas, del amor, del mundo. En esos momentos ese chico se siente distinto, vacío y terriblemente envidioso: por qué los demás sí… Quizás se deba enfrentar a todo eso, no para enterrarlo, sino para sacarlo de su vida; se ha convertido en una espinita que daña lentamente su alma, una sanguijuela que le va chupando optimismo, nublando su mente y reduciendo lentamente los latidos de su corazón. Descubre día a día que el corazón no muere cuando deja de latir, sino cuando late sin sentido.
Un buen amigo, de los pocos que tiene ese chico del que hablo, le dijo una posible verdad, una esperanza a la que se aferra más que nunca: “no encontrarás a la chica perfecta, sino a la chica perfecta para ti”. No obstante, ese chico sabe tras muchos palos que no debe buscarla, simplemente dejar que aparezca cuando llegue el momento elegido por el azar de la vida. Los pensamientos no le dicen nada bueno, no le prevén el éxito… siguen torturándolo. Ha llegado el momento de que tape sus oídos, cierre sus ojos y escuche a su corazón: “sé tú mismo, haz lo correcto. Siembra, cuida tus actos. Tal vez alguna tormenta dañen algunos frutos, pero sigue sembrando. Algún día podrás recoger tus frutos, mirar al pasado y sonreír a los pensamientos que habrás echado de tu mente”. Como dijo otras veces, “no puede buscarlo, simplemente seguir levantándose por las mañanas y esperar”.
En todo este sin sentido el chico se ha terminado dando cuenta de que está en el suelo, levantándose. Ha conseguido expulsar gran parte de unos sentimientos negativos con mi ayuda. Él sabe que no sólo sirvo para secar lágrimas: también puedo ayudarte a desnudarte espiritualmente, substraerte la espina que daña tu alma y liberarte. Él ha aprendido a desahogarse conmigo, y puedes hacerlo. Soy el único que no te va a interrumpir cuando hables.
Si las lágrimas son la tinta perfecta, yo, el papel, soy el más adecuado para limpiar tu alma, iluminar tu mente y reanimar tu corazón. Puedo guiarte a la libertad.

5 comentarios:

  1. me sorprende el poder que tienes con el lápiz... es de verdad, buenísimo. me gusta y siento mucho con lo que escribes...
    ;)

    ResponderEliminar
  2. encantada, me gusta mucho escribes, es muy bueno. de verdad
    =)
    Yo tamb te digo, me pasare de vez en cuando... ^^

    ResponderEliminar
  3. El poder de unas manos, un bolígrafo y un papel.

    Un beso.

    ResponderEliminar